El décimo noveno compacto continuó con una saga del fantaterror español, los templario de Amando de Ossorio:
El tercer pilar del fantaterror español, con algunos elementos de "El Monte de las Ánimas", "El Miserere" y tomando la leyenda negra sobre los templarios, Amando de Ossorio nos entregó esta maravillosa saga, a pesar de que él no quedó satisfecho con sus resultados, a pesar de todas las limitaciones de presupuesto y tiempo de rodaje, terminó siendo de culto por méritos propios, tanto por sus aciertos como por facetas con las que Ossorio no estaba de acuerdo, como por ejemplo, la carga erótica.
Esta saga no se trata de continuaciones, cada película desarrolla una historia independiente de las otras, Ossorio fue capaz de armar una historia propia y crear un nuevo ser terrorífico para esa época, el templario ciego. Aunque suele considerárseles zombies, los templarios revividos bebían la sangre de sus víctimas (recién en la segunda película comenzaron a comer corazones), por lo que serían más cercanos al vampirismo. Ossorio no consideró al Bafomet (la deidad que según la iglesia católica habrían adorado los templarios), el rito básicamente era provocar el máximo terror en la víctima (siempre mujeres), desangrarla para posteriormente beber su sangre.
Aunque de dispares resultados, cada película es un deber para un fanático, siempre es de agradecer las ediciones en DVD, pero en este caso, la saga pierde, en VHS sus modestos efectos especiales pasan, en formatos de calidad superior, quedan muy en evidencia. El desarrollo de la atmósfera es uno de los aspectos más destacables, junto con la originalidad del personaje del templario ciego:
- La Noche del Terror Ciego (1971): El terror siempre estuvo allí, oculto, pero se desata cuando una descuidada vacacionista acampa en las ruinas de la abadía de Berzano, por eludir a una antigua y lesbiana amiga, desconocía que por las noches los caballeros orientales, habitantes del antiguo cementerio, despertaban de su letargo. Tras su muerte, sus amigos deciden investigar las razones, empeorando la situación. Inicio de la saga templaria, aunque desfasada para estos tiempos, sigue siendo una película maravillosa, con más de un elemento que fue rescatado por películas de años posteriores, por ejemplo, el diseño de los templarios.
- El Ataque de los Muertos sin Ojos (1973): Podría considerarse como una especie de precuela, pero el nombre del pueblo cambia de Berzano a Bouzano, se muestra como y por qué los templarios fueron cegados y ejecutados. Mientras en el pueblo celebraban un nuevo aniversario de la quema de los caballeros orientales (los templarios), el deforme guardia de la abadía realiza el rito de resurrección de los templarios, desatando el terror en el pueblo. Aunque inferior a "la Noche del Terror ciego", se deja ver.
- El Buque Maldito (1974): Ni maldito, ni buque, ni nada, palabras de Ossorio para referirse a esta película, debido a que las carencias son demasiado evidentes, la maqueta del galeón es el mejor ejemplo. Esta vez los templarios ciegos realizan sus ritos en alta mar, un galeón fantasma tipo Caleuche toma víctimas en el mar del norte para que sus tripulantes se mantengan "vivos". La desafortunada idea de realizar una campaña publicitaria para lanchas llevará directo al galeón templario a una modelo, su novia, la jefa de la agencia y al dueño de la empresa de lanchas entre otros.
Es la más baja de la tetralogía, pero un verdadero fanático puede dejar de lado sus fallos. Elementos de esta película se pueden observar en "The Fog" de John Carpenter.
- La Noche de las Gaviotas (1975): Un médico es comisionado a un pueblo pesquero, a pesar de su entusiasmo, los pobladores son hostiles hacia el y su esposa. Tras lograr cierta cercanía con una muchacha y un hombre aislado por el resto, comienzan a sospechar que la gente del pueblo realiza extrañas prácticas durante la noche, al interferir una "noche", terminaron atrayendo hacia sí mismos un enemigo que está más allá de su imaginación.
Esta película es una digna finalización de la saga, con leves referencias lovecraftianas, desarrolla una atmósfera claustrofóbica en un aislado pueblo pesquero.
Esta película ya fue incluida en un compacto dedicado al cine basado en Lovecraft, no se repiten las mismas secuencias, pues en ese compacto se seleccionaron escenas que referenciaban a relatos lovecraftianos, de hecho mucho de esta película se puede apreciar en "Dagón, la secta del Mar" de Stuart Gordon.
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