This is Spinal Tap (1984): Genial idea dirigida por Rob Reiner, aunque como ya vimos no fue pionera (Bad News Tour se le anticipó un año antes), realizando un impecable y cómico retrato de una presuntuosa banda, cuyo único talento es adoptar las modas pasajeras para mantenerse vigentes. A pesar de que en sus inicios quisieron llamarse "The Originals", si hay algo que no caracteriza a Spinal Tap es la originalidad y Reiner se encarga de recalcarlo en cada gag a través de esa gira que parte con grandes expectativas y que finaliza en un completo desastre. This is Spinal Tap fue tan bien realizada, que incluso en el mundo del Rock, más de un artista llegó a creer que se trataba de una historia real, se notó que hubo un buen trabajo investigativo, la inclusión de hechos que si sucedieron, como el problema con las dimensiones de la maqueta de Stonehenge (le sucedió a Black Sabbath, pero a la inversa), la maldición de los bateristas que pudo estar inspirada en los New York Dolls y que decir de perderse al salir al escenario (le sucedió a Dee Snider por ejemplo), incluso el final, sin ánimo de hacer spoiler, pero varias bandas de antaño vieron un potencial renacimiento en las tierras del sol naciente. This is Spinal Tap es una película tan genial, que aquella banda ficticia conformada por actores terminó convirtiéndose en una "banda real".
Trick or Treat (1986): Tras la audiencia en senado norteamericano solicitada por PMRC y el desparpajo de Dee Snider al enfrentar a la comisión, los sectores conservadores de la sociedad de aquel país pusieron al Hard Rock y al Heavy Metal dentro de la contingencia, un hecho que el mundo del cine no iba a dejar pasar y al año siguiente se estrena esta película. Abordando el tema del bullying escolar, la ridícula teoría del Rock satánico defendida por fanáticos religiosos, con los consabidos mensajes subliminales, ceremonias ocultistas y la participación de Gene Simmons y Ozzy Osbourne en papeles secundarios, son los elementos que hacen de este film una delicia para los amantes del cine de los ochentas y además cuenta con el valor agregado de que la banda sonora estuvo a cargo de los grandiosos Fastway. Corre el rumor que el papel de Sammi Curr (el rock star diabólico) iba a ser realizado por Blackie Lawless, pero finalmente recayó en Tony Fields, quien falleció en el '95.
Rock and Roll Nightmare (1987): Ya era hora de que esto se pudriera y para tal misión el trabajo conjunto entre John Fasano y Jon Mikl Thor, decir que esta película es de mierda es quedarse cortos, deben recordarla porque fue revisada en MS Freak, es una basura divertidísima con un protagonista de mierda, un fisiculturista con pinta de maraco que se propuso ser un rock star formando una banda de Rock pichulero y un director de cine mentorísimo. Originalmente esta película se llamaba The Edge of Hell y le cambiaron el nombre por un tema de marketing, con la actuación de amigos de Fasano ante la falta de presupuesto para contratar actores profesionales, efectos baratísimos, un guión inexistente, pues básicamente lo que motiva esta película es ensalzar a Thor, el resultado es de completo mal gusto que las risas están garantizadas, además podrán ver en acción al pastor Cid (¡oro oro oro!), Lukas Tudor, Rafa Cavada y las minas de los ochentas que se les ocurran, Paulina Nin, Andrea Tessa o Irene Llanos e incluso la versión cuma de Morgan Fairchild. Chucha, algo de la trama, la banda Triton se encierra en una casa de campo a ensayar para su nuevo album, sin saber que en ese lugar habita un ente maligno que los irá poseyendo uno por uno hasta el enfrentamiento final con John Triton (Thor).
Black Roses (1988): Increíblemente Fasano repite con su siguiente película rockera (metalsploitation), con más recursos que la anterior, pero de mierda igual. Acá en la trama trata sobre Black Roses, una banda que va de pueblo en pueblo demonizando a sus jóvenes seguidores sin que nadie pueda evitarlo, hasta que llegan a un pueblo en el que el profesor de una escuela local será el único capaz de enfrentarse a Damian, el maléfico líder de Black Roses. Hay que reconocer que Fasano sube de pelo en esta producción, pues contó con la participación del gran Carmine Appice (un verdadero rock star comparado con Thor), quien colaboró en el soundtrack (con más de una canción de su banda King Kobra) y actuó de batero de la banda, otro acierto de Fasano fue caracterizar a la banda como demonios, ¡qué Slipknot, qué Lordi, Fasano lo hizo en los ochentas con Black Roses!, ahí quedaron Slipknot y Lordi. Pero eso no le quita lo mentor, el guión vale callampa, los efectos especiales son igual de mierda como en la película anterior, el héroe es una especie de mezcla entre el profesor Jirafales y Magnun y para darle un toque de mayor bizarres, quien canta de verdad (el ex-vocalista de King Kobra, Sal Viviano, quien hace de Damian hizo mímica) dejó de ser un él para ser una ella... si, se volvió shemale, si Thor ya tenía harta pinta de fleto. Para cerrar, las risas están aseguradas y lo que se muestra en el compacto no es nada en comparación al resto.
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